La mandarina, esta deliciosa fruta a veces dulce, a veces ácida, que tanto nos gusta. Siempre es
una sorpresa cuando la pelas y pruebas su sabor, que encanta por igual a grandes y chicos. Esta
delicia está presente en muchas preparaciones en la cocina, entre las que encontramos postres,
tortas, helados, batidos, entre otras tantas recetas, razón por la cual la hemos escogido para
preparar una deliciosa mermelada de mandarina, que podremos disfrutas en cualquier momento,
sin importar la época del año y siendo ésta una de las opciones en donde más disfrutaremos de su
rico sabor y agradable aroma.
Veamos entonces como preparar esta deliciosa receta:
Ingredientes de la mermelada de mandarina
- 1 kilo de mandarinas.
- 500 gramos de azúcar.
- Zumo de un limón.
Mermelada de mandarina paso a paso
Como primer paso, pelaremos y limpiaremos nuestras mandarinas, que habremos
lavado previamente, como haremos siempre con cualquier ingrediente que llevemos a nuestra cocina.
En este punto retiraremos las pipas de los gajos, además de toda la parte fibrosa que nos sea
posible o lo que es lo mismo, las partes blancas que están adheridas a la pulpa, logrando con ello
la mejor parte de la fruta para que nuestra mermelada de mandarina nos quede deliciosa y muy
limpia.
Una vez terminamos troceamos los gajos en partes pequeñas y llevamos a una olla,
junto con el zumo de limón y el azúcar, y dejaremos reposar un rato, para que el fruto suelte su
sabor y éste se compenetre con los demás ingredientes, aunque la mandarina sea un fruto con tanto
zumo que puedes saltarte este paso sí estás muy impaciente.
Llevamos entonces nuestra mezcla al fuego, que estará a nivel bajo y la
cocinamos durante 45 minutos aproximadamente, removiéndola constantemente, cuidando que se cocine
de forma homogénea y evitando con ello que se queme o se pegue en algunos puntos.
Para probar si ya nuestra preparación está lista, tomamos una muestra y la
esparcimos en un plato. Si ésta mantiene su forma, la mermelada estará en su punto, pero si por el
contrario continúa muy líquida, bastará con dejarla al fuego por una par de minutos adicionales,
hasta lograr la contextura deseada y entonces nuestra
mermelada de mandarina
estará lista. Algunas personas prefieren las mermeladas un poco más líquidas y esparcibles, por lo
que si, a pesar de ello el sabor es el deseado, siempre puedes dejarla de esta forma, si tu
elección es la misma.
Dejamos enfriar entonces y envasamos nuestro producto para llevarlo al
frigorífico, de donde podremos consumirlo mientras se mantenga fresco y delicioso. Si quieres que
éste dure más tiempo, solo tendrás que llevar a cabo la técnica para realizar conservas, muy fácil
por cierto, y con esto, tu deliciosa mermelada de mandarina durará un par de meses sin problemas y
podrás consumirla cuando quieras. Bastará con unos envases de vidrio con tapa hermética y una olla
grande donde podamos realizar el baño de maría y lograr con ello nuestra conserva, aunque esto será
solo en caso de que no vayas a consumirla en los siguientes días. Si deseas consumirla fresca, pero
la cantidad es muy grande, siempre puedes dividir los ingredientes en dos, por ejemplo, y hacer
solo la mitad, para que siempre puedas mantenerla fresca y deliciosa, lo que tu paladar agradecerá
sin duda alguna. |