La manzana es una de las frutas más versátiles que puede encontrarse. Jugosa, fresca y agradable,
tiene la increíble capacidad de prestarse como ingrediente para una inmensa cantidad de recetas, ya
sean saladas o dulces, siendo éstas últimas donde mejor encuentra acomodo.
Son pocos los lugares del mundo donde estas deliciosas frutas pueden encontrarse
de forma permanente, siendo por lo general una fruta de temporada, lo que hace que encontrar una
forma de conservarla resulte muy útil y nada mejor para ello que convertirla en una deliciosa
mermelada de manzana, que se podrá disfrutar durante todo el año, hasta que vuelva la
cosecha.
Estos son los ingredientes necesarios para la elaboración de esta deliciosa
confitura:
- 1 kilo de manzanas.
- 500 gramos de azúcar.
- Zumo de medio limón.
A continuación se detallan los pasos a seguir durante la elaboración de la
mermelada de manzana:
El primer paso consistirá en pelar las manzanas, retirarles los corazones y
cortarlas en trozos pequeños, lo que facilitará su cocción más adelante. Agregar a una olla o
cazuela, junto con el azúcar y el zumo de limón y dejar macerar durante 1 hora
aproximadamente.
Paso a seguir, dejar cocer a fuego medio durante 40 minutos aproximadamente,
revolviendo la mezcla de vez en cuando y evitando con ello que se queme. Retirar del fuego una vez
se alcance la textura deseada. Podrá comprobarse que la textura es ideal tomando un poco de la
mermelada y esparciéndola en un plato, hasta formar una arruga. Si ésta se mantiene está en su
punto, de lo contrario, si se nota muy líquida y se deshace, deberá cocerse un poco más hasta
alcanzar la consistencia ideal.
Por último y si se prefiere una textura más fina y sin grumos o pedacitos de
fruta, ésta puede triturarse usando un robot de cocina o una licuadora.
Conserva de la mermelada de manzana
Para que el producto tenga una mayor vida, se puede realizar una conserva, que
aumentaría el tiempo durante el cual puede consumirse. Ideal para periodos largos.
Para ello deben utilizarse envases de vidrio, previamente lavados y
esterilizados para evitar contaminaciones. El lavado se realiza con agua y jabón, tanto en el
envase como en la tapa para posteriormente introducirlos en una olla con agua, tapar ésta y esperar
a que hierva durante 10 minutos y dejarlos allí durante la preparación de la receta.
Una vez terminada la receta, retirar un frasco a la vez y llenar éste con la
mermelada de manzana
caliente, dejando un pequeño espacio entre éste y la tapa. En este punto se deben proteger las
manos para evitar quemaduras y taparlo debidamente, para evitar el contacto con el exterior.
Poner a hervir nuevamente el agua donde previamente se hirvieron los envases y
cuando ésta alcance el punto de hervor, introducir un paño al fondo de la olla, añadir un poco de
agua fresca para interrumpirla, mientras se acomodan los envases, dejando un poco de espacio entre
ellos y sin tocar las paredes del recipiente, evitando siempre que se choquen o golpeen. Una vez
acomodados, se llena de agua la olla hasta tapas los envases y se deja hervir durante 45 minutos,
momento en el cual se realiza la conserva.
Una vez transcurrido este tiempo, retirar los envases y dejar enfriar, antes de
limpiar externamente el frasco para lograr una excelente presentación del producto. No debe
olvidarse marcar el producto e indicar su fecha de elaboración en un lugar visible y mantenerlo en
un lugar fresco y alejado del calor.
Para darle un toque especial a la mermelada de manzana, puede añadirse una rama
de canela a la cocción, que se retirará previamente o simplemente una cucharadita de canela,
vainilla o cualquier otra especia de su gusto, que se mezclarán con las manzanas, añadiéndole un
sabor exquisito. |