El tomate es uno de los ingredientes más comúnmente utilizados en la cocina a lo largo y ancho de
todo el mundo. Al interior de un sinfín de recetas, sin importar las costumbres o el lugar de donde
provengan, éste delicioso fruto constituye parte fundamental en su elaboración, siendo como lo es,
uno de los ingredientes más versátiles de la cocina. Y prueba de ello es que, aunque el tomate se
utilice mayormente en la preparación de platos salados, también puede utilizarse para realizar
postres y conservas, como la mermelada de tomate que veremos a continuación y de la cual
detallaremos sus ingredientes y pasos para elaborarla.
Para elaborar esta deliciosa mermelada de tomate, ideal para platos
frescos, aderezar carnes o simplemente untar sobre un pan tostado durante el desayuno o la cena,
harán falta los siguientes ingredientes:
- 1 kilo de tomates maduros.
- 750 gramos de azúcar.
- zumo de un limón.
- Un clavo de especia, para otorgarle mayor sabor y perfume (Opcional).
Preparación de mermelada de tomate
Para empezar, pelaremos los tomates, los cortaremos en mitades y retiraremos las
semillas. Una vez hecho esto, pondremos la pulpa de los tomates en una olla y espolvorearemos con
el azúcar y el zumo de limón, antes se debe dejar reposar en la nevera durante 12 horas, luego de
lo cual, añadiremos el clavo, si es de tu gusto, y pondremos la olla a fuego lento, removiendo su
contenido continuamente durante aproximadamente 50 minutos, tiempo en el cual debemos obtener la
consistencia necesaria. Para saber si está o no en su punto, bastará con esparcir un poco de
mermelada de tomate sobre un plato y observarla. Si está espesa y mantiene su forma, es correcto,
si continúa muy líquida, deberemos cocerla un poco más de tiempo. Una vez terminado, retira el
clavo, si lo utilizaste y listo. La deliciosa mermelada de tomate estará terminada y lista para ser
envasada.
Conserva de la mermelada de tomate
Si deseas que tu mermelada de tomate se conserve por más tiempo, realizaremos el
proceso de conserva, inmediatamente después de realizada la receta, con el cual ampliaremos la vida
útil de nuestro producto.
Para ello utilizaremos recipientes de vidrio, previamente lavados con agua y
jabón, tapa incluida, y esterilizados, para lo cual los introduciremos a una olla con agua y los
dejaremos hervir con la tapa puesta durante 10 minutos. Luego de apagada, los dejaremos en la olla,
mientras preparamos la receta.
Una vez lista, llenaremos los envases con nuestra preparación, evitando tocar
los bordes y mientras aún está caliente. En este punto es importante proteger las manos con guantes
o trapos y evitar así quemaduras. Evita llenar el recipiente por completo, dejando un pequeño
espacio de aire entre el producto y la tapa. Una vez lleno, ciérralo correctamente.
Concluido este punto, pondremos nuestras conservas, ahora cerradas, nuevamente
al interior de la olla con agua hirviendo, donde previamente pondremos un trapo en el fondo,
evitando así que el vidrio tenga contacto con ella y los dejaremos durante 45 minutos. Cuida que
los envases no se golpeen entre si y evita también que toquen el borde de la olla. Como el agua
estará hirviendo cuando los introduzcas, un truquito muy útil consiste en añadir antes un poco de
agua fresca para interrumpir el hervor y con ello tener una mejor visibilidad del interior al
momento de acomodarlos.
Luego de este tiempo, apagaremos la olla y retiraremos nuestras conservas para
dejar que se enfríen. Con ello concluiremos nuestra deliciosa conserva. No olvides limpiar
externamente el frasco con un paño para retirar excesos de comida que pudieran ocasionarse durante
el llenado, marcarlos indicando el nombre del producto y la fecha de elaboración. Consérvalo en un
lugar fresco y alejado del calor y listo. Tendrás
mermelada de tomate
para cualquier momento del año en que te antoje. |