Al hablar de mermelada o confitura cometemos el error de utilizar ambos términos como si
fueran sinónimos, algo bien lejos de la realidad, puesto que hablamos de dos productos que aunque
se elaboran con los mismos ingredientes difieren en la elaboración y en el resultado
obtenido.
Las dos variedades comparten ingredientes, azúcar y fruta, pero hay que destacar
que la fruta sufre en cada caso tratamientos diferentes y especiales, así como que la proporción de
fruta y azúcar es diferente en mermeladas y confituras.
Mermelada
En la mermelada la fruta usada es entera o en trozos, se le añade azúcar
y tiene un contenido mínimo de fruta del 30%. Se hace una cocción prolongada del producto,
reduciéndose a un puré con algunos trocitos de fruta.
Confitura
En la confitura la fruta no se ve, es todo un conjunto más gelatinoso. El
contenido mínimo de fruta debe ser de un 35%.
Diferencias entre mermelada y confitura
Como es perceptible la principal diferencia entre mermeladas y confituras radica
en la consistencia de la fruta y en el azúcar usado.
Jaleas y marmalades
Por otro lado, podemos hablar de jaleas y marmalades.
Las jaleas se preparan con zumo de frutas, el contenido de azúcar es
parecido al usado para las confituras y la textura es como de gelatina transparente.
La palabra marmalade viene del inglés, es usada generalmente para
referirse a la
mermelada de naranja
o de otros cítricos. Si se trata de otra fruta en inglés diríamos «Jam». Pero esta
distinción no se aprecia en las marcas españolas sólo en las inglesas.
Otros datos sobre la mermelada y confitura
Para que una mermelada o confitura adquiera la categoría de extra del
producto, tiene que contener un mínimo de 50 % de fruta para las
mermeladas
y un 45% de fruta para las confituras, y es necesario que en ambos casos no se use puré de
frutas.
Vivimos una época de exaltación del cuidado del cuerpo, preocupados por el
bienestar físico y por supuesto no queremos prescindir del sabor a la hora de cuidarnos. Los
fabricantes lo saben e intentan ofrecer al cliente una variedad dietética para aquellos que quieren
cuidarse sin prescindir de esta delicatesen. Es posible encontrar mermeladas y
confituras
en versiones dietéticas o bajas en calorías, pero es necesario prestar atención a la etiqueta
puesto que a veces los ingredientes usados pueden no ofrecer el resultado esperado por el cliente.
En algunas etiquetas aparece sustituida el azúcar común (sacarosa) por fructosa, esto no significa
que el producto nos vaya a engordar menos sino que la forma de adsorción del producto por nuestro
cuerpo es más lenta que la del azúcar que llega rápidamente a la sangre.
En cuanto a la normativa alimentaria en materia de confituras y mermeladas, la
Unión Europea la regula en el Real Decreto 863/2003, de 4 de Julio, en el que se aprueba la Norma
de Calidad para la elaboración, comercialización y venta de confituras, jaleas, marmalades de fruta
y crema de castañas edulcorada. En este decreto se estipula el contenido mínimo de fruta, se
definen y se fijan las condiciones y características que deben cumplir los productos para su
presentación, comercialización y consumo. |